lunes, 25 de abril de 2016

RECUPERANDO LA MEMORIA

Hoy ha sido un día intenso, no me puedo quitar de la cabeza lo que he visto esta mañana en mi barriga y me parece una cicatriz demasiado grande como para que únicamente me hayan quitado el bazo. Necesito hablar con el médico para saber más, tengo la sensación de que me han ocultado información.

Ilker me ha traído el teléfono móvil y el Ipad, después de dos semanas imagino que habrá muchos mensajes y así es, el Whatsap está lleno de mensajes que voy a tardar un poco en leer y responder dado que mi visión sigue siendo borrosa y los ojos me lloran mucho por el oxígeno de la máscara. En Facebook tengo algunos mensajes de ánimo, y entonces veo que mi última publicación fue justo tres días antes del accidente, Ilker y yo habíamos ido de camping al Pirineo catalán (Espot) y había colgado algunas fotos. ¡Vaya! ¡No recordaba nada de esto! Lo último que recordaba fue el viaje que hicimos a Madrid en el mes de junio, y tenía una laguna en mi memoria desde ese viaje hasta después del accidente, del que apenas recuerdo nada. 

Me contaron que yo misma facilité el número de teléfono de Ilker a la policía y conseguí recordar ese momento; estaba tendida en el suelo, el brazo izquierdo me dolía mucho porque alguien me había cambiado de postura  y sólo veía el asfalto. Alguien que estaba de pie frente a mí me preguntó si podía facilitar el número de teléfono de mis padres o de algún familiar, y yo lloriqueando y sin fuerzas canté el número de Ilker alto y claro. Lo recuerdo como si se tratase de un sueño, cómo se me iban agotando las fuerzas y les decía llorando "El brazo! el brazo! Me dueleeee!". Pensaba que me iba a morir allí mismo. Parece que poco a poco voy recuperando la memoria.

Ilker ha dejado a su madre en casa porque está cansada del viaje y le obligo a irse con ella por la noche, me niego en rotundo que vuelva a dormir en el coche. Después de cenar y darme el masaje diario en las piernas y en los pies, consigo que se vaya a descansar, no sin antes haber conectado el Ipad al teléfono convertido en router con señal wifi, para que pueda tener internet ya que así podré verlo todo más grande. Me pone la mesa ajustada a la cama para que pueda apoyar el teléfono y el Ipad con sus respectivas fundas y después se va. Así que como no me veo capaz de responder todos los mensajes de Whatsap, decido publicar un mensaje en mi muro de Facebook para informar de lo ocurrido y que la gente sepa que estoy bien, ya que han sido muchísimas personas las que se han acercado al hospital o han llamado a Ilker pero no me han podido ver.

"Gracias.muchas gracias a todos los que os habéis preocupado por el desgraciado accidenté que casi me quita la vida hace unas semanas. Considero que he vuelto.a nacer de nuevo y cada día que. Pasa voy mejorando pasito a pasito. Cuando pueda recibir visitas os avisaré porque aún estoy en la UCI pero que sepáis que todo vuestro apoyo es y sigue siendo importantïsimo para mí. Por eso cuando salga del hospital no oos escaparéis y celebraremos mi nueva vidas e la la que formáis parte. Un beso desde el fondo de mi corazón para todos y cada uno de vosotros."


Soy consciente que hay errores ortográficos porque no veo bien y me cuesta mucho rato escribir este mensaje, termino agotada de hacer el esfuerzo por fijar la vista pero ha valido la pena, necesito comunicarme con el mundo exterior. Una vez hecho esto, y después de beberme el vaso de leche antes de dormir, la enfermera de noche guarda los aparatos al lado del televisor y se va dejando la habitación a oscuras.


Entonces oigo mucho jaleo fuera, resulta que después de dar de cenar a los pacientes, acuden familias enteras con niños con pocos recursos y también les dan de cenar. Hay ollas grandes con sopas, los niños van un poco sucios y malvestidos, les puedo ver a través de la puerta entreabierta. Oigo como un padre intenta ganar dinero a costa de su hijo pequeño, le dice a una de las enfermeras que sirve comida que su hijo con tres años sabe tocar el tambor e insta al niño a que proceda a su actuación, cuando termina el padre sigue insistiendo que por 30 euros puede llevarse al niño a fiestas o reuniones para que toque el tambor. La enfermera se niega en rotundo y yo siento mucha pena por el niño. Tengo mucho miedo de dormirme y que entonces alguien aproveche para entrar en la habitación y robarme mis aparatos. No quito ojo al punto de luz rojo del televisor por si acaso veo alguna sombra. No puedo dormirme hasta pasadas dos o tres horas, cuando ya no oigo a nadie y por fin caigo rendida al sueño.




Nota: Como habréis imaginado, el último párrafo fue fruto del efecto de la medicación pero yo lo viví muy intensamente y me pareció muy real, estuve varias horas con miedo que algún desconocido entrase en la habitación y me robara o me hiciese algo.








No hay comentarios:

Publicar un comentario